Un lapsus del nudo

“(…) Marguerite Duras revela saber sin mí lo que yo enseño” 1
Con estas palabras J. Lacan rinde homenaje a
Marguerite Duras en su Arrebato de L.V. Stein.

 

El acontecimiento

Lol tiene 19 años, acompañada de su novio Richard, asisten al baile de su puesta de largo.

El acontecimiento se produce en el momento en que hace su entrada una elegante dama, Anne-Marie Stretter, con todos los oropeles de la mujer fatal 2. “Había vestido su delgadez con un traje negro, muy escotado…” 3. La bella desconocida captura toda la atención de su novio. Después de un primer baile, quedan como sellados bajo la atenta mirada de Lol, quien no parece sufrir, más bien “parecía amarles4, situada junto a Tatiana, su mejor amiga, arrobada por la imagen de la pareja.

Son tres, la dama de negro-Richard-Lol.

Cuando la fiesta llegó a su fin “Lol les siguió con la mirada (…) cuando dejó de divisarles, cayó al suelo, desvanecida” 5.

Es la escena del arrebato.

A falta de una palabra, se quedó sin voz y sin palabra, pero segura que algo tendría que haber sucedido. Se produce un desgarro.

En este punto “todo se detiene” 6 y surge un fantasma que tiene como soporte un vestido.

Tiempo suspendido del fantasma

Pasan 10 años. Lol se casa con un hombre al que no elige, se deja elegir. Tienen hijos, alejada de su ciudad natal, sumergida en una vida ordenada, anodina, exageradamente perfecta, “(…) Lol imitaba” 7.

Ni reproches ni preguntas. Nadie cuestionaba su silencio, su fría indiferencia, su marido la aceptaba así, sin preguntar.

Rehacer el nudo: ser-a-tres

Es en el regreso a su ciudad natal que se produce la contingencia de un encuentro que da la oportunidad para que ella pueda finalmente acabar la escena que había quedado interrumpida en el baile. Hold* y Tatiana, su amiga de la infancia, son amantes. Él la mira con deseo, ella tiene una hermosa negra y larga cabellera. Lol comienza a hacer su invención.

No se trata de una repetición, nos dice Lacan, se trata de “rehacer un nudo” 8.

Ella “no es voyeur. Lo que sucede, la realiza” 9. Es la belleza del cuerpo de la otra mujer lo que la fascina. Lol insiste en que “hubo aquella noche un error en las razones… (…) ella sólo quería verles…” 10.

Lol convence a Hold, “quiere” con una voluntad férrea, y él no puede negarse, es su marioneta. Se encontrará con Tatiana en el hotel, y situados frente a la ventana, la poseerá con pasión, sabiendo que Lol está recostada en el centeno, observándolos. Suspendida en el ser-a-tres se realiza en ese acto, recuperando en el cuerpo de esa mujer, el suyo que no tiene.

Pero Hold cree comprenderla, quiere salvar a Lol, e intentará hacer de ella el objeto de su deseo. Cuando están solos y la desviste, comienza la crisis. Lol ya no le reconoce, ni se reconoce a sí misma, se llama con su nombre y el de Tatiana, grita, se agita, dice que la policía está abajo, la mirada retorna por doquier, en lo real.

El nudo se deshace.

 

(*) Hold: en inglés significa sostén, asidero, agarre.

 

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Notas:

  1. Lacan J., “Homenaje a M. Duras”, en Otros Escritos, Paidós, p. 209.
  2. Miller J.-A., Los Usos del lapso, Comentario de E. Laurent, Paidós, p. 399.
  3. Duras M., El arrebato de Lol V. Stein, Tusquets ed., p. 12.
  4. Idem, p. 15.
  5. Idem, p. 18.
  6. Lacan J., “Homenaje a M. Duras”, op. cit., p. 211.
  7. Duras M., El arrebato de Lol V. Stein, op. cit., p. 28.
  8. Lacan J., “Homenaje a M. Duras”, op. cit., p. 210.
  9. Idem, p. 213.
  10. Duras M., El arrebato de Lol V. Stein, op. cit., p. 84.