Qué sabe nadie. Algunas aportaciones sobre la sexualidad

El título del eje genera, al menos, tres vías de estudio del trauma; como distinción entre la sexualidad adulta e infantil, como plural y como infantil (del latín infantis, «el que no habla»1).

Como psicoanalistas escuchamos cómo fue en cada paciente la manera de relacionarse con la sexualidad, el trauma, esa herida que se introdujo y que es ajeno para un sujeto. El psicoanálisis permite leer el eje de trabajo sin pensar en lo morboso del trauma y sí en la salida del sujeto.

Lacan, para la comprensión de la sexualidad, retorna a Freud. Dos conceptos de los cuatro que plantea como fundamentales en el Seminario XI, enumerados como tercero y cuarto, transferencia y pulsión, sirven de pivote en toda la apertura. De permanecer en el lugar de los recuerdos al paso al significante será probablemente el principal descubrimiento a lo largo de la explicación.

El paso de un cuerpo para los padres o la observación de otros cuerpos para tener un cuerpo, entraña una dificultad real en la separación, donde el trauma adviene como salida. Para ello Lacan habla de la ruptura de amarras en la iniciación sexual: “Mientras más implícita y menos percibida esté la función del significante, más tardará en producirse la ruptura»2. Se sorprende de la prontitud con que Freud en “Tres ensayos sobre la teoría de la sexualidad” hace referencia a la sexualidad, como aberrante y polimorfa y la no diferenciación entre el adulto y el inocente infante. Yendo más allá, característico en él, dirá que el “enfrentamiento con la sexualidad pasa por la constitución subjetiva, las redes significantes”3.

Si bien el plural del eje desfigura aparentemente al sujeto, se rescata el lenguaje y su relación con el deseo como común. En la experiencia analítica hay efecto del lenguaje y es que “el sujeto, sólo es sujeto por su sujeción al campo del Otro”4, siendo esto lo que nos hace plurales. Como dice Jorge Alemán, “el encuentro entre la Soledad radical del sujeto y el carácter o más bien la condición Común de «Lalengua», ambos captados en su copertenencia radical”5.

Para terminar la última vía del eje, en el prefacio del libro El inconsciente del niño de H. Bonnaud, Miller refiere a la dificultad del psicoanálisis para las referencias del inconsciente en los niños y remarca la novedad de la autora al hablar del inconsciente real, imposible de soportar 6.

En una noche dominical cualquiera, en estado de duermevela, me despierta la canción interpretada por Raphael, Qué sabe nadie, trasladándome a una sesión que se produjo meses atrás. Una paciente que acudía por serias dificultades con la sexualidad, ya que fue abusada a una edad temprana, buscaba una salida para algo traumático y fue a partir de la pregunta qué saben los demás, qué sabe nadie, que pudo empezar a tener una relación distinta con la sexualidad. El recorrido, como saben, es largo.

 

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Notas:

  1. Infante.
  2. Lacan, J. (1964) El Seminario Libro 11, Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis, 1964, Bs. As., Paidós, 1987, p. 157.
  3. Ibíd., p. 184.
  4. Ibíd., p. 195.
  5. Alemán, J. (2012) Soledad: Común. Políticas en Lacan. Clave Intelectual. Bs. As., p.14.
  6. Bonnaud, H., El inconsciente del niño. ELP-Gredos, Barcelona, 2014. p.13.